sábado, 28 de abril de 2012

Subir el IVA es más inútil que la "H"


Que no soy un experto en tributación ya os lo digo yo y, por si tenéis alguna duda, seguramente a lo lago de este post quedará cumplidamete demostrado. Hablar de casi todo y sobre cualquier cosa es un efecto colateral que no controlo desde que tengo cuenta en twitter y ha ido a por desde que soy bloguero.

De este gobierno me esperaba una reforma laboral por este estilo, creía garantizadas  privatizaciones, estaba seguro que le meterían mano a la Educación y Sanidad pública y tenía algunas dudas sobre la configuración del Estado. Todas estas certezas se apoyaban en sus mensajes a lo largo de toda la legislatura, sus voceros mediáticos y la ideología que sustenta al Partido Popular. Arrollaron y en democracia que el ganador ponga en práctica sus recetas es lo lógico así que no entiendo ciertas caras de sorpresa.

Empezando por la configuración del Estado parece que no hay lo que decían tener para meterle mano. Rajoy solito se metió en la boca del lobo cuando se empeñó en salvar unas instituciones caducas remanso de políticos fracasados o pluriempleados como las Diputaciones Provinciales. Fusionar Ayuntamientos o tocar el estado de las Autonomías levantará tales ampollas que no lo harán.

Ya utilicé esta viñeta pero me gusta así que...
Sobre la Educación y la Sanidad pública son ellos los primeros que saben incierto su punto de partida, la mayor eficiencia de la gestión privada. Las diferencia simplemente la claridad a la hora de definir los objetivos. En el ámbito privado está claro, ganar pasta. En el público no y los bandazos así como la priorización por los criterios políticos y no de gestión hace el resto. Por otro lado el famoso ratio coste/alumno en la privada y en la pública parte de premisas falsas en origen. Todavía no he visto un colegio privado de postín en un área con menos de 100.000 personas en un radio de 20 km. Esto también es aplicable a la Sanidad privada. La Sanidad y Educación pública deben llegar a todos aunque los números no salgan en según que zonas siendo la obligación del gestor público hacerlas viables en su totalidad. Y hasta aquí lo que me queda de socialdemócrata pues en lo referente a la subida de tasas para los universitarios que se aparcan años de facultad en facultad ó en ajustar el coste farmacéutico no puedo estar más de acuerdo. Llo dice un estudiante que fue mediocre y que tendría que pasar por caja con la nueva reforma.

En lo referente a la dichosa reforma laboral primero dijeron que generaría empleo para desdecirse sobre la marcha. Otros clamaron y siguen en ello que solo destruye empleo a mansalva. Es importante que sepan los unos y los otros que no conozco ni a un solo empresario que contrate o despida más allá de cómo se comporte la demanda. En lo referente al despido con 20 días recordarles que no es ninguna novedad salvo que antes las empresas debían demostrar las pérdidas a toro pasado y ahora nos permiten adelantarnos cosa que me parece de  una lógica aplastante si es la viabilidad de la empresa el objetivo que buscamos. Medicar al enfermo cuando ya estamos en el velatorio no resulta muy eficiente que digamos.

Mi lío ideológico está en como concibo los impuestos, padezco una mezcla rara. Comparto la base del pensamiento liberal cuando defienden que los gestores públicos suben los impuestos ya que no les pasa por su imaginación como ajustar sus monstruosos gastos de funcionamiento. Pero estoy en contra cuando justifican el fraude fiscal como respuesta lógica a la incapacidad que demuestra el Estado de controlar sus gastos. Será por mi desconocimento pero defiendo algo más sencillo mezcla de ambas posturas. Subir los impuestos es injusto por parte del Estado sin antes ajustar los gastos estructurales y también una inutilidad sin meter en cintura la economía sumergida. Eso sí, en ningún caso está en mi ideario justificar o reírle la gracia al defraudador.

Pero si en algo me han dejado descolocado estos liberales del PP es el uso de los impuestos en situaciones límites. Es decir, si todo va bien soy muy liberal pero si las cosas se ponen chungas uso las recetas de otros. Eso es firmeza en las convicciones…. Los impuestos son al Estado lo que las ventas a cualquier empresa y no conozco ninguna empresa que, ante una caída de ventas, se le ocurra la brillante idea de subir sus precios. Este gobierno y al anterior no lo entenderían aunque nos dieran más de dos tardes para que se lo expliquemos. Ya puesto me daré el gusto de hacer unas preguntas que el tiempo nos irán respondiendo.

¿Piensan escuchar a alguien que les diga que ajusten todos los gastos inútiles enmarañados entre el entramado político-público en todos los ámbitos incluido el ámbito sanitario y educativo?

¿Qué cuerpo se les pondrá cuando baje el consumo de todo tipo y se diluya en dos meses el efecto recaudatorio de la subida del IVA?

¿Cómo piensan explicar el repunte de la economía sumergida al hacerla más competitiva en los mismos puntos que suban el IVA?

¿Quién le explicará al ciudadano que no pagar el IVA es una estafa y no un descuento?

¿Dirán que somos las empresas las responsables de otra avalancha de parados cuando el consumo acentúe su hundimiento ante la falta de pedidos o estos se deriven a empresas en situación irregular?

¿No recuerdan que la subida del IVA realizada por el PSOE es una de las responsables del nuevo parón en el consumo tras la vuelta del verano?

Los dos gobiernos se han empeñado en cambiar el refranero español, lo siento por la “H” pero vamos camino de institucionalizar el “eres más inútil que una subida de IVA”

jueves, 26 de abril de 2012

Que fabriquen ellos


Que cada mes tengas que pagar una letra del tamaño de un toro de Osborne puede tener dos consecuencias, que agudices el ingenio para sacar el proyecto adelante o que la cornada se proporcional al toro, a la letra y al entierro.

Con nuestra fábrica reluciente las primeras cornadas la capeamos gracias a la tendencia del mercado, en aquellos primeros años 2000 en nuestro sector todo era hacia las nubes, algo así como el penalti que lanzó Sergio Ramos en la semifinal de la Champions. Un análisis algo más profundo dejaba claro que atendíamos un exceso de demanda en productos de baja gama con un precio medio penoso y sin conseguir un posicionamiento que nos diese estabilidad si venía el viento en contra. Poco aficionados a las reuniones no necesitamos muchas para descartar montar una estrategia para posicionar la marca a nivel nacional sobre todo por aquello de los plazos requeridos, la inversión necesaria y las cornadas de nuestro amigo el toro cada mes. 



Como industrial fabricar para otros bajo sus marcas no está del todo bien visto, sobre todo por aquellos que todavía creen poder conquistar comercialmente un mercado por su bella cara y sin apenas inversión. La cruda realidad es todo lo contrario, abrir mercados, hacerlos crecer y mantenerlos fuera del alcance de la competencia tiene tal coste que no tiene nada que envidiar a cualquier inversión industrial. Nuestra apuesta fue clara, seguir creciendo en nuestro mercado propio introduciendo los productos de alta gama conforme a nuestras fuerzas y apostar por fabricar para otros aun sacrificando margen.

 Otros fabricantes de mortero sin la capacidad técnica o industrial suficientes, ceramistas o caravisteros fueron nuestros objetivos. Todos ellos con mercados propios al alcance de nuestras manos y de pocas reuniones comerciales. En menos de un año los objetivos se cumplieron, los pedidos llegaban, se fabricaban y se suministraban con tal alegría que ampliamos la fábrica para poder atender la demanda generada. Aquello parecía no tener fin pero otro toro con los cuernos más grandes nos esperaba tras la esquina.

Han pasado los años y todavía la fabricación para otras marcas es un porcentaje significativo de nuestra facturación. Con algunos clientes seguimos, otros no existen y otros nos pusieron unos cuernos más grandes que los de nuestro amigo el toro pero lo que resuena una y otra vez en mi cabeza ante la situación actual, demanda famélica y tanta fábrica de adorno, son las palabras de mi viejo amigo comercial multicartera que llamaba mandamiento judío: “comprarás y venderás, pero nunca fabricarás”. Solo comercializar te dota de cierta flexibilidad ante sorpresas desagradables, ser fabricante se parece bastante a tener los pies dentro de un metro cúbico de hormigón. Barreras de salida le llaman en las escuelas de negocio al tener o no tener "hormigón" en los pies.

Ya es tarde para lamentos, y no creo que una sociedad que pretenda ser un actor importante en el contexto internacional se pueda permitir sistemáticamente un “que fabriquen ellos”.

miércoles, 18 de abril de 2012

No somos el problema, somos parte de la solución.


Las caras Ay B me juegan constantemente malas pasadas. Sin pausa y sin compasión me ponen en aprietos. Desde siempre modero a ambas y he conseguido cierta colaboración para no acabar con camisa de fuerzas. Supongo que hay gente que es capaz de tener sólo una visión y aplicarla a todos los ámbitos de su vida, personal, profesional y política pero voy a tener que ir asumiendo que no es mi caso.

Mi objetivo lo tengo claro, han de ser compatibles. Intento pensar, decir o actuar de la misma forma cuando tengo la gorra de directivo de una empresa y cuando la cambio por la gorra de peón de infantería interesado por la política. Tenga la gorra que tenga puesta estos días son una prueba para no defender una cosa y la contraria en menos de lo que la Presidenta de Argentina CFK expropia otra empresa privada (nótese que no digo española).



¿Alguno de los que despotrican contra las empresas ha montado un proyecto industrial desde la idea hasta que, algunos años, euros y noches sin dormir después es capaz por ella sola de mantenerse? Me conformo con una tienda, bar o kiosco.

¿Alguno de los que se sorprende que las empresas pretendan obtener beneficios de sus inversiones saben lo que significa que cada día se levanta toda tú competencia con la intención de quitarte tus clientes y tus ideas? Significa que tienes que seguir invirtiendo si no quieres que eso ocurra. 

¿Alguno de los que braman contra todo lo que suena a interés privado ha pensado que sin ese motor no se necesita Administración Pública pues nada habría para administrar? Actividad privada lícita no significa abrir la saca y que los euros entren solos desfilando, un ejemplo gentileza del tuitero @absolutexe

Me cuesta comprender que mal hacemos las empresas privadas para ser la diana de todas las quejas. No veo que hay de malo en pretender que los Estados se limiten a establecer reglas del juego duraderas y palo al que se las salte, sea empresa, político o particular. Me niego a reírle las ocurrencias, y mucho menos apoyar, a gobiernos que no respetan reglas ni empresas pues están a un paso de no respetar a las personas.  Pero también reniego de las empresas que doblan y fuerzan la ley para saltarse esas reglas y a los gobiernos que lo permiten, cuando no lo amparan, sin importarme bandera, escudo ni patria.

No está en mi intención atender a idearios, frases hechas o san benitos establecidos para responder a coro ante cualquier situación que se nos presente. Pretendo seguir pensando, diciendo y haciendo todo aquello que sea coherente tenga puesta la gorra que tenga. Empresas grandes, pequeñas, medianas y autónomos no somos el problema, somos parte de la solución.

miércoles, 11 de abril de 2012

Repite conmigo "DERROTA"

 No se sabe exactamente si fue tras la batalla de Heraclea o tras la de Ascoli cuando el Rey Pirro de Épiro soltó aquello de “Otra victoria como ésta y volveré solo a casa”. Julio César, gran conocedor de la historia de Roma, vio que en Gergovia como máximo aspiraba a una “victoria pírrica” por lo que salió por piernas con sus legiones casi intactas, cambió de estrategia, rodeó Alesia con el famoso doble anillo y liquidó a Vercingetorix con sus 350000 galos. Años más tarde el amigo Marco Licinio Carso agobiado por el esplendor de sus dos colegas de triunvirato, se lanzó sin frenos tras los Partos que le dieron lo suyo y lo del pulpo, por el camino se quedaron 6 legiones desparramadas y asaetadas.


El Rey Pirro de Épiro



Ya con la República en los libros de historia Publio Quintillo Varo cometió otro “craso error” y se adentró junto a sus 3 legiones en el bosque de Teutoburgo. No salió vivo ni el apuntador de aquella encerrona. Se dice que César Augusto desesperado gritaba por el palacio “¡Varo! ¡Varo! ¿Dónde están mis Legiones???" Casualmente ninguno de estos personajes se le ocurrió buscar excusas, pedir otra oportunidad o vestir la derrota de lagarterana para venderla como victoria.

Tras la última “dulce” derrota del PSOE  convertida en “pírrica” victoria por obra y arte de Izquierda Unida me vino a la cabeza una tras otra todas estas historietas y, aunque alguna es de aplicación al PP, comprendí que no cambiarían las cosas hasta que a la derrota se le llamen derrota. Estos días se ha presentado un Manifiesto que le llama derrota a la derrota y no busca fuera los errores que se han cometido dentro y asume que de derrota en derrota no se llega a la victoria final.


Algo de esto necesitamos de una vez en nuestra sociedad, fuera eufemismos, fuera máscaras, ante una derrota electoral, un contrato no firmado, una operación fallida no busquemos excusas. Escuchar, pensar, analizar y cambiar de estrategia es la solución si no pretendes emular al Rey Pirro. 

martes, 3 de abril de 2012

Comerciales 1.0 en un mundo 2.0


Si nada lo remedia en pocos años los comerciales en nómina de una empresa seremos una especie en vías de extinción, se nos está poniendo cara de lince ibérico… y no, no estoy pidiendo que nos metan en un zoológico ni que nos dejen un mercado protegido con suculentas subvenciones para subsistir, es plasmar una realidad que se está imponiendo y contra la que luchar no tiene sentido.

Ayer,  entre cafés con leches, cortados, tostadas y algún menta-poleo (cosas de la edad) coincidimos varios comerciales con muchos km en el carné de conducir y más horas de espera para que te atiendan los clientes. Seguimos siendo previsibles, supongo que ni más ni menos que cualquier otro gremio, pasamos revista a la situación de cada uno y de sus empresas, ex-empresas, sector, mercado y país. Sólo yo seguía en el mismo puesto y empresa, los otros tres, desde que les perdí la pista, habían pasado ya por varias, entre ellas la más grande de nuestro país. Los tres, finalmente eran comerciales autónomos, dos multicartera y uno a tiempo completo para una firma importante.

Con la segunda ronda de cafés ya teníamos diseccionado el futuro de la profesión y mirando la situación general del país bajo nuestro propio filtro…. Sorprendentemente coincidimos en un nuevo comercial que el mercado demandaba que tendría el futuro asegurado… el multicartera para negocios 2.0. Recitamos de carrerilla varios ejemplos de buenas ideas en el entorno WEB que habían fracasado o iban camino del precipicio por no disponer de una fuerza de ventas especializadas en ese mundillo.


Que yo sepa ninguno optó por alegrar el café con algo más que azúcar y leche pero contando batallitas de sesudos  ideólogos de negocios 2.0 estrellados se diría que algo nos estaba afectando. Si, los comerciales 1.0 somos propensos a partirnos la caja en la barra de un bar hablando de patinazos, chascos y demás fracasos así que la tomamos con algunos gurús del 2.0 que estaban fracasando por olvidar lo más viejo del mundo de los negocios, por muy buena idea que tengas si no la sabes vender ya te puedes dedicar a otra cosa. Pagar pagamos a partes iguales que la cosa no está para ser espléndido y nos citamos en cualquier otro bar y a cualquier otra hora con una apuesta, a ver cual de nosotros se presentaría la próxima vez con una cartera de productos del mundo 2.0 o con ganas de pagar la cuenta completa.

Ya fuera del bar, aprovechando una mañana soleada de primavera que amenazaba tormenta por la tarde, nos fuimos despidiendo al mejor estilo Miguel Ríos. Tras varios intentos para subirme al coche una llamada me ayudó a conseguirlo. Los dejé divertidos comentando que a  ningún comercial se le ocurriría soltarle las malas noticias a un cliente con tonillo de "enterao" y las buenas dejarlas para unas semanas más adelante.  Lo último que escuché es que al Gobierno de España le hacía falta un buen comercial 1.0 con muchos tiros pegados que le ayudase a “vender” mejor a los ciudadanos los palos que nos están cayendo. Ya decia aquél "tú sigue hablando así del caballo a ver cómo lo vendes.."