El Rey Pirro de Épiro |
Ya con la República en los libros
de historia Publio Quintillo Varo cometió otro “craso error” y se adentró junto
a sus 3 legiones en el bosque de Teutoburgo. No salió vivo ni el apuntador de
aquella encerrona. Se dice que César Augusto desesperado gritaba por el palacio
“¡Varo! ¡Varo! ¿Dónde están mis Legiones???" Casualmente ninguno de estos
personajes se le ocurrió buscar excusas, pedir otra oportunidad o vestir la
derrota de lagarterana para venderla como victoria.
Tras la última “dulce” derrota
del PSOE convertida en “pírrica”
victoria por obra y arte de Izquierda Unida me vino a la cabeza una tras otra todas
estas historietas y, aunque alguna es de aplicación al PP, comprendí que no
cambiarían las cosas hasta que a la derrota se le llamen derrota. Estos días se
ha presentado un Manifiesto que le llama derrota a la derrota y no busca fuera
los errores que se han cometido dentro y asume que de derrota en derrota no se
llega a la victoria final.
Algo de esto necesitamos de una
vez en nuestra sociedad, fuera eufemismos, fuera máscaras, ante una derrota
electoral, un contrato no firmado, una operación fallida no busquemos excusas.
Escuchar, pensar, analizar y cambiar de estrategia es la solución si no
pretendes emular al Rey Pirro.
1 comentario:
Es un tema de responsabilidad, honestidad y saber hacer. Y no sólo pasa en la política. También hay empresarios que en un intento suicida de sacar la cabeza van desprendiéndose de todo lo que ellos consideran lastre, entre esto su capital humano, sus "legiones", caminando hacia una más que incierta victoria pírrica sabiendo en el fondo que a nado no se llega a la playa y que sería mucho más fácil aceptar la derrota, el error, el naufragio. Sin excusas, con la cabeza bien alta y repitiendo para sí mismo: DERROTA, DERROTA, DERROTA...
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