Si alguno de vosotros visitáis
este blog por qué os interesan simplemente mis andanzas comerciales os aviso,
esta entrada forma parte de mi cara “B” así que comprenderé que
aprovechéis mejor vuestro tiempo revisando la factura de telefónica, Endesa o
el extracto de la cuenta corriente, siempre encuentras algunos eurillos que
reclamar.
Asistí a #basesjun29D. Para
compensar mi falta de experiencia en estos eventos me organicé como
en esas jornadas de formación maratonianas a las que nos solemos apuntar sin estar
muy convencidos de los resultados. Así que me dirigí sobre la marcha a la
máquina del café que es el mejor lugar
para hacer los primeros contactos y cruzar las primeras y superficiales
impresiones. Seguidamente localicé los lavabos y mi lugar asignado. Con el terreno
controlado pasé por caja quedando inscrito en el evento y con derecho a bocata
y menú de 8 euros.
El objetivo era mejorar o completar un documento inicial que constaba
de 2 partes, la primera sobre política general y la segunda sobre el funcionamiento
interno. Todos los grupos trabajarían sobre la totalidad del documento para, ya
por la tarde, agrupar las enmiendas en un único documento. Tras las presentaciones de rigor el más lanzadillo de
mi grupo propuso 15 min de lectura antes de empezar. Los deberes se suelen
traer hechos de casa pensé, pero callé. Creo que no fuí el único por las caras que pusieron el resto. Invertir ese tiempo en un segundo café
era lo previsto hasta que vi que el chiringuito lo habían desmontado, el día sería largo sin café.
Ya de nuevo reconstituido el grupito de trabajo los perfiles quedaron claros
pronto. Uno asumió el papel de moderador, otro el de veterano y un tercero con
todo el aspecto de revienta-acuerdos. Por centrar el debate propuse obviar la
primera parte, tan general como imposible de barajar, y centrarnos en lo que dio origen al encuentro, los cambios
necesarios en la organización para hacerla más ágil y menos dependiente de las habituales oligarquías que manejan los partidos políticos. No caló
mucho mi propuesta. A la llamada de un conocido, hasta ese día virtual, me
ausenté dejándolos debatiendo sobre unas comas mal puestas. Al incorporarme los
cerros de Úbeda los vi cercanos. Uno exigía que debiera aparecer sin falta en
el documento el carácter republicano del partido y la denuncia del concordato
con la Santa Sede. Por
un momento dude si sentarme o salir corriendo pero mi lamentable estado de
forma hizo que reflexionase, me senté a la espera de escuchar la socialización
de la banca o la refundación del INI.
Con semejante panorama apareció
uno de los que menos había hablado. Como soldado viejo en muchas batallas como
estas observé su estrategia de aproximación al insurgente, le hizo varias
caricias dialécticas y le hizo ver al talibán, que existe en toda organización, que
dejase fuerzas para el viaje de vuelta. Como era de prever reforzar el control
a los malvados mercados aparecería en las propuestas de nuestro grupo. Ni una
palabra de los políticos manirrotos y “yonquis” de la deuda. No vi oportuno
dar a conocer mi postura contraria a la subida de impuestos sin antes arreglar
la economía sumergida y mucho menos el lema demasiado liberal “de
administraciones austeras emergen sociedades ricas”.
El segundo bloque respondió en parte a los temas fundamentales que, considero, son el problema y a la vez la solución para el Psoe del futuro si aspira a ser de nuevo portavoz de la socialdemocarcia española. Una persona un cargo (orgánico o público), sufragio universal para cualquier elección interna,
tolerancia cero con la corrupción, abandonar el "todo por las bases pero sin las bases", limitación de los mandados, etc.… pero para mí se quedó corto. El Psoe no tiene otra solución más que innovar en política. Una innovación como respetar de nuevo a los funcionarios como grantes de la imparcialidad de la administración, diseñar perfiles para cada cargo orgánico o lista electroral, que se pueda presentar todo militante que cumpla ese perfil y luego simplemente votar siendo el orden de las listas, por ejemplo, el que marque los votos. Sentido común a espuertas si
pretendemos ser entendidos por la sociedad y ser de nuevo sus interlocutores. Si, como en cualquier empresa la captación del personal es la clave del éxito y del fracaso. Deberle el puesto a alguién y no a tus méritos es el primer paso para perder toda capacidad de ver la realidad que te está atropellando.
De lo que ocurrió durante la
comida y por la tarde os contaré que el evento seguía sin café por lo que opté
por tomar el sol mientras saltaba de una conversación a otra. Cuando consiguieron
menearnos del agradable sol de invierno vimos en acción a dos grandes
comerciales a través de una pantalla arrimando el ascua a su sardina y
vendiendo su producto/candidato para que se lo comprásemos a cualquier precio.
Vi también que los asesores de imagen no son conscientes de los perversos
efectos que hace una web-cam mal ubicada. Si Elena Valenciano ha visto ya el
video supongo que estará preparando la carta de despido del que colocó la
camarita.
PD si os quedan ganas de leer "Muestramé tú equipo e igual te voto"