Cuando te sueltan por primera vez
ante un impago el famoso “imposible, será un problema del banco” el impulso de
un comercial novato es llamar a su empresa y, con todo el aplomo que puede,
transmitir su magnífica y eficaz gestión. La obligación de cualquier gerente o
jefe de ventas es transmitirle, con tanta tranquilidad de la que sea capaz, esa
vieja costumbre que tienen los bancos de no atender recibo, cheque o pagaré si
en la cuenta hay menos dinero que en las actuales arcas griegas y que muchos le
llaman “problema del banco”.
Una variante muy socorrida y que
también suele coger a contrapié a un comercial con pocos tiros es “mira, el
martes vence un pago y me resulta imposible atenderlo. Pásate y te doy otro
pagaré para que lo atendáis, necesito tiempo”. Si estás ante un cliente que
realmente quiere pagar te pide el favor
si es un pirata te vende el favor de
no impagar con lo que conlleva ante tú banco.
El repertorio de excusas si el
pago es en efectivo se asemeja mucho a los más utilizados para no asistir a
otra cita cualquiera. Así puede ser desde la muerte de una abuela amadísima
hasta la cita inaplazable con un cliente suyo que pretende pagar y, acto
seguido, cobraremos nosotros… enternecedor. Recomiendo a cualquier nuevo
comercial que tome nota de las excusas y, sobre todo, de las defunciones pues
sorprendentemente podrá observar que hay morosos con más de cuatro abuelos.
A lo largo de estos 2 últimos
años escuchando las noticias sobre el rescate de los países y el más que
posible impago de Grecia llegas a la conclusión que la quiebra de un país es similar a la de una empresa y que, llegados a este punto, las soluciones buenas ya no
existen. Cuando te llama el cliente ya tienes la cornada bien metida con
varias trayectorias y te tienes que dedicar a cortar la hemorragia y salvar lo que puedas. Virgencita si tienes garantías.
El primer impulso es entrar al
trapo y entras, le renuevas y le sigues vendiendo. Eso mismo es lo que han
hecho en versión países. Pero el problema no se resuelve, se aplaza y se hace
cada vez más grande.
La única medicina que funciona
ante un impago es cortar el suministro y enfrentarse al problema cuando aún no
te domina aunque pierdas ventas. Todo lo demás son fuegos de artificio que se pueden
llevar a tú empresa por delante a poco que tardes en reaccionar. Si te quedas en el ruedo lo más normal es que te lleves más cornadas.
2 comentarios:
Muy de acuerdo con lo de cortar el suministro al moroso o bien pedirle el importe por anticipado. Aquí es cuando al moroso realmente le pica, ya que género que tiene vendido no lo va a poder suministrar él a su vez. Esto conllevará que quede mal ante su cliente y por consiguiente tomé conciencia de que él proveedor va en serio con Su postura. Siempre es mejor dar a pérdidas 1000 euros que 10000. Es así.
Gracias Emilio por tú comentario: Ser drástico puede llevarte a erróres pero te salva del error definitivo
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