Cuando Henryk Sienkiewicz, autor
de "Quo Vadis?", ideó cómo Petronio podía humillar más profundamente a su señor
y verdugo, dudo mucho que pensase que, un día, alguien usaría sus frases para
describir la vergüenza ajena que provoca cierta forma de ejerce de la política granadina. Pero mire
usted por donde varias campañas electorales seguidas han desatado todas las
miserias que han jalonado nuestra política hasta anclarnos en el furgón de cola
de España.
“¡Salud, augusto, y no cantes; asesina, pero no hagas versos; envenena,
pero no bailes; incendia, pero no toque la cítara!” Petronio a Nerón
La acumulación de inauguraciones
entre las elecciones andaluzas y las municipales nos han dejado unas cuantas
perlas que, cual Petronio de Secano, me han inspirado pero siempre hay una que
actúa como detonador. En este caso dos.
¿Que la inauguración de una
carretera, tan necesaria como retrasada en el tiempo, no genera suficientes
titulares? pongamos un cartelito sin firmar para bochorno del personal.
¿Nos escuece que un gobierno de
un color diferente al nuestro ponga en servicio un tramo clave de la A7? Nada, una
pataleta, titular de prensa y aprovechamos para contraprogramar con otra inaguración, el nuevo acceso al Puerto de Motril.
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“¡Salud,
augustos, y no beséis niños; inaugurad cosas, pero no pretendáis que nos lo
traguemos todo; mentid, pero no finjáis pesar por Granada; incendiad con los
titulares, pero no pretendáis hacer también de bomberos!”