domingo, 26 de agosto de 2012

Liderazgos de cartón-piedra


Llegados a la altura de la película en la que estamos resulta interesante la torpeza que inocula la bancada azul y la clarividencia que impregna a la oposición mientras, a unos les crecen los “Mario Conde” y a otros los “Sánchez Gordillo”.

Ahora, cuando más necesitamos que nadie se precipite ni guíe sus actos la improvisación resulta interesante observar como se manejan quienes nos manejan. Unos Ministros sólo les falta citarse al alba junto a las murallas de Ávila. Otro dispara contra el Tribunal Supremo. El de la cosa del Interior hace del Alcalde de Marinaleda un estadista consecuente por simple comparación. Los liberales del gobierno suben los impuestos poniendo en práctica la cita del Marx, el actor, “Estos son mis principios. Si no te gustan tengo otros” y el Gobierno en pleno hace realidad la parodia de José Mota hurgando entre los cojines del sofá familiar para evitar soltar los cuatrocientos euros.

Ahora, cuando más necesitamos a una oposición que se haga respetar, que proponga aunque el Gobierno y quienes le ¿apoyan? no les escuchen se plasma lo que muchos suponíamos. Al ser dirigida en gran parte por quienes ya tuvieron la vara de mando sus propuestas ruedan la cuesta abajo de la indiferencia.

Fotograma de "Senderos de Gloria" ...nos manejan...


Ahora, con todos buscando en que cruce de caminos tomamos el sendero equivocado que nos ha llevado por este campo minado al que no le vemos el final es cuando la infantería no nos debemos dejar embaucar por cantos de sirena que señalan al estado de las Autonomías como esas nuevas Taifas que nos desangran.

Que busquen dentro de los propios partidos los grandes errores. La política de #mesacamilla les ha hecho promocionar desde la cantera hasta el dorado retiro de un consejo de administración a todo el que ha adoptado las ideas del partido como algo suyo e irrefutable. Por el camino han sobredimensionado y atrofiado cualquier organismo público que se haya puesto a tiro para dar cabida a todos.  

Si pretenden no ser sobrepasados por la situación mejor se tomen en serio esos nuevos liderazgos de cartón-piedra que les están creciendo en sus respectivos jardines antes que sea demasiado tarde. 

jueves, 16 de agosto de 2012

No me gustan los septiembres. Y este menos.


Septiembre es al año completo lo que la tarde de un domingo a la semana. Hay que pillar el paso. ¿Cambiamos ya los armarios? ¿Tapamos ya la piscina o igual todavía se bañarán? ¿Vamos a soltar la pasta al vivero para sustituir los colgajos que fueron plantas?. La tensión en la carretera sube, la normalidad está a la vuelta de la esquina. No me gustan los septiembres.

Desde hace cuatro años también es un mes de sorpresas, de persianas bajadas, de toallas tiradas y no de playa. De clientes perdidos, de proveedores que no encuentras. Fracasos acumulados. Se repasan los objetivos que no cumpliremos a final de año. Nervios. Los propios quieren vender lo imposible y los proveedores bombardean sin misericordia para cumplir los suyos. No me gustan los septiembres.

Este no me gusta especialmente. Se nos secará la boca explicando que no hemos subido los precios, que el fracaso del Gobierno y el nuestro propio se valora en un 16% más de IVA.. Fracaso del gobierno que reconoce su incapacidad para trincar al que nos defrauda, al que nos engaña, al que se ríe de todos. Cree tapar el Gobierno su fracaso estrujando al que cumple. No me gustan los septiembres.

Fracaso nuestro como sociedad. Fracaso de todos los que han dicho, dicen y dirán “a mi sin IVA que para que se lo lleve el Gobierno me lo gasto yo en gambas”. Fracaso que pagamos todos. A esos "listos" que han tomado la decisión los montaría este septiembre junto a un comercial por esas carreteras y que le expliquen a los que están por módulos, que no querían pagar el 18%, que ahora paguen el 21%. No me gustan los septiembres.

Fracaso doble que tendrá el Gobierno cuando para las navidades, sin extra los funcionarios y estrujados todos, la recaudación siga hundiéndose. Fracaso cuando la economía sumergida supere el 30% del PIB y las empresas tiren de ERE por la bajada del consumo y no poder competir con los que trabajan en polígonos perdidos, con las persianas bajadas, sin cotizar por los trabajadores, exigiendo compras sin IVA para vender sin IVA. No me gustan los septiembres y este menos.

PD: que no os engañen,  pasar del 18% al 21% se puede "vender" como una subida de 3 puntos netos ó decir la verdad, 3 sobre 18 implica una subida del 16%. Las matemáticas todavía no engañan.