Dicen que pocas cosas hay más
obtusas y peligrosas que “la fe del converso” así que espero que, sumarme al proyecto
andalucista, no provoque en mi mayores desvaríos que el intento de colaborar,
sumar, compartir y mejorar. Total, es desvarío lo llevo de serie.
Mirando atrás este paso lo
entiendo coherente aunque tiene poca gracia autoevaluarse, lo sé. Otura necesitará más opciones que las tradicionales para
sobrellevar lo mejor posible esta travesía del desierto a la que nos han abocado
dos legislaturas de pan, circo y descontrol. Serán necesarias las opciones que ya existen y
otras que partan sin hipotecas, sin más compromisos que aquellos que se firmen
con los ciudadanos de Otura.
El Partido Andalucista que he
conocido no reniega de la socialdemocracia bien entendida cosa que no implica
ser unos manirrotos como torticeramente pretenden hacer creer algunos, para
muestra un botón sirve nuestro pueblo. Este andalucismo acepta que prioricemos
los intereses de nuestro pueblo por encima equilibrios orgánicos. Comprende que, para defender lo próximo, no debas renunciar a lo general. Este Partido Andalucista
al que me he sumado sabe que hay diversas formas de sentirse andaluz y,
una de ellas, implica sentirse plenamente cómodo como español. Sólo te pide que defiendas
Otura, Granada y Andalucía con coherencia y sin dejarlos atrás por otros
intereses o equilibrios. En definitiva, sólo te pide que no dejemos nuestra
tierra nunca más atrás pero tampoco un paso por delante de nadie.
Iniciamos un proyecto para Otura
que tendrá el recorrido que el pueblo decida. Iremos etapa a etapa. La primera
será conseguir un equipo solvente, capaz, cohesionado. Si lo conseguimos
diseñaremos un proyecto para nuestro pueblo previsible, sobrio que no austero (Mujica dixit), con los pies en el presente
complicado que nos espera pero con la cabeza alta mirando al futuro de nuestro pueblo. Sin lamentos. Sin hablar de herencias
recibidas.
Si entiendes que este proyecto para nuestro pueblo es
necesario, súmate. Te esperamos. Te necesitamos.